¿Quieres saber
las rutas para ver
lo mejor de San Petersburgo sin necesidad de coger
ningún medio de
transporte?
Si te alojas en el centro, San Petersburgo es una ciudad que se puede
disfrutar a pie. Un paseo
por la avenida Nevsky o por los alrededores del
río Neva y sus canales ya es un regalo para la vista.
Mapa de las rutas a pie. Aquí te dejo un mapa de San Petersburgo con un avance de las rutas.
Catedral de Nuestra Señora de Kazan
Una de las más
impresionantes que he visto nunca. La columnata recuerda a la que rodea la plaza de San Pedro del Vaticano. Terminó de construirse en el año
1811 y actualmente es la
sede del obispado ortodoxo en San Petersburgo.
El acceso
es gratuito. Puedes entrar desde el parque que da a la avenida Nevsky, aunque esa es realmente la salida. La
entrada principal está en el
lateral derecho. A mi lo que más me gusta es la
quietud y el silencio en su interior, solo roto a veces por los cantos de religiosos ortodoxos. Cuando entres verás una cola larga de personas cerca del altar. Son los fieles que esperan a rezar sus plegarias y besar a la imagen de la
Virgen de Kazan, una de las
patronas de la ciudad.
Edificio Zinger. Cuando salgas de la Catedral
en dirección hacia la Avenida Nevsky verás un edificio de estilo "art Nouveau" con una parte de la
fachada verde y metálica, es el edificio o Casa Singer.
Fue construido
a principios del siglo XX por la empresa americana de
máquinas de coser Singer.
En aquel momento se convirtió en el
edificio más moderno de la ciudad. Tenía un sistema de aire acondicionado, ascensor y un mecanismo para quitar la nieve del tejado.
Tras la revolución el edificio fue adquirido por el Gobierno. En él se fundó la
Casa del Libro, una especie de librería pública.
Hoy en día sigue siendo una librería, pero con un
concepto más comercial. Se sigue llamando Casa del Libro o Dom Knigi (Дом книги) en ruso. En la primera planta podrás acceder al
Café Singer. Tiene
muy buenas vistas a la avenida Nevsky pero es
un poco caro. Estatua de Nikolái Gogol Sigues tu camino por la avenida Nevsky
hacia la izquierda. Gira
la primera a la derecha por la calle Malaya Konyushennaya. Un poco más adelante verás la estatua de
Nikolái Gogol. Este escritor fue, junto con
Aleksandr Pushkin, uno de los referentes de la literatura rusa moderna. Si quieres conocer cómo era
la situación política y social de la primera mitad del siglo XIX en Rusia recomiendo a estos dos autores.
Almas muertas, El Capote o Historias de San Petersburgo son de las mejores que escribió Gogol, muy crítico con el sistema zarista de la época.
Barómetro Si continuas hacia delante, antes de girar a la derecha por la calle Cheboksarskiy, verás una
pequeña caseta de color verde con un reloj. Es el barómetro de la ciudad. Ubicado en esta calle
desde 1914, lleva instalado un
mecanismo de ingeniería que permite medir la hora y la presión atmósfera.
Iglesia de la Sangre Derramada Su nombre es más largo: Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada o Iglesia de la Resurrección. Aunque, por su
estilo ruso, recuerda a la Catedral de San Basilio de Moscú, se llevan más de 300 años de diferencia. Fue
mandada construir en 1883 por Alejandro III para homenajear a su padre,
Alejandro II, asesinado en 1881 en este punto por un grupo de revolucionarios cuando viajaba en carruaje.
Durante la construcción se hizo más estrecho el cauce del canal, por eso la
posición de la catedral es tan rara. Ahora es un
museo. Suele haber conciertos y exposiciones también.
El templo ocupa
el tercer lugar del mundo por su colección de
mosaicos. Su
interior está cubierto de ellos. ¡No te los pierdas!
La
entrada cuesta unos 350 rublos (5 euros al cambio). Abren de
Lunes a Domingo, excepto los miércoles, de
10:30 a 18:00. El horario se amplía en primavera y verano: del 27 de abril al 30 de septiembre puedes visitarla de 18:00 a 22:30. Recuerda,
los miércoles cierran.
Museo Estatal Ruso.
Ubicado en el
palacio de Mikhailovsky contiene obras de arte
exclusivamente de artistas rusos. Abrió sus puertas en 1895 tras la proclamación del zar Nicolás II. Una
visita obligada si te quieres empapar de la cultura y de la historia de Rusia. Una curiosidad: en 2015 se inauguró
una sucursal de este museo en Málaga. Una de las entradas a este museo da a una de las
plazas más bonitas de la ciudad:
la Plaza de Artes (Ploshchad' Iskusstv / Площадь Искусств). Recibe este nombre porque está
rodeada de instituciones culturales como: el propio
Museo Ruso, el
Museo Etnográfico, el
Teatro Mikhailovsky (segunda compañía de ópera y ballet de la ciudad después del Mariinsky), la
Filarmónica, el Teatro de la
Comedia Musical y el Teatro de
Drama Komissarzhevskaya.
Todos estos edificios forman un hermoso
conjunto arquitectónico neoclásico. En el centro de la plaza, además, encontrarás el monumento al poeta
Alexandr Pushkin. Si el tiempo lo permite
puedes hacer un alto en esta plaza. Ver San Petersburgo sin coger transporte requiere
hacer paradas para descansar y contemplar
sin prisas sus rincones.
Estatua de Pushkin en la Plaza de las Artes.
El museo estatal ruso abre de lunes a domingo de 10:00 a 18:00,
excepto los martes que cierran. Aquí te dejo los
enlaces con los horarios y los
precios de las entradas que rondan entre los 7 y los 12 euros, en función de las partes del museo que quieras ver. Puedes
comprarlas on-line y te ahorras colas de taquilla.
Circo Estatal Bolshoy. Dejando a tu izquierda el Museo Estatal ruso y siguiendo de frente te dirigirás
hacia el canal Fontanka. Verás el
puente Belinskogo.
Antes de cruzarlo fíjate en el edificio de tu izquierda. Es el
circo estatal de San Petersburgo. Si te apetece podrás disfrutar de espectáculos rusos circenses por unos 10 euros. Eso sí, los
precios varían en función de la ubicación de los asientos.
Aquí te dejo el enlace por si te interesa adquirir las entradas on-line.
Cartel del circo estatal de San Petersburgo.
Descanso en Golitsyn Loft. Cuando cruces el puente tendrás que dirigirte a la izquierda y bordear el canal Fontanka. A la altura del número 20 de esta calle
podrás descansar y comer algo en uno de mis sitios preferidos de San Petersburgo: el complejo
Golitsyn Loft. Tras una puerta enorme donde hay gente saliendo y entrando constantemente, sobre todo por la tarde, verás
un gran patio rodeado de bares y restaurantes.
Ahí no queda todo. Antes de entrar en ese patio, en el pasillo de la izquierda
encontrarás un acceso a los edificios que lo circundan. En su interior hay más locales: peluquerías, tiendas, librerías, time-cafés (donde se paga por el tiempo que permaneces, no por consumición), etc. Algunos de ellos
con buenas vistas al canal Fontanka.
Jardines de Verano.
Al salir de Golitsyn Loft te dirigirás a la derecha y
cruzarás el puente Panteleymonovskiy sobre el canal Fontanka.
Llegarás a los jardines más antiguos de San Petersburgo. Fuente de inspiración de muchos poetas rusos.
Fue planificado por Pedro I y construido entre
1704 y 1719. Su Palacio de verano se encuentra allí. Es un edificio bastante pequeño, pero muy acogedor. Tiene una
decoración y un estilo típicos de principios del siglo XVIII. Actualmente forma parte del Museo Estatal Ruso.
Los jardines
son gratuitos y están abiertos de 10:00 a 18:00.
Los martes cierra el Palacio de Verano. Cuando llega el buen tiempo también se celebran festivales y exposiciones. Más info en
su página oficial. Campos de Marte. En este gran parque que se extiende entre la iglesia de la Sangre Derramada y el río Neva se encuentra
la llama eterna dedicada a los soldados muertos en combate. Antes servía de plaza para
ensayar los desfiles militares. Poca gente sabe que realmente
es un cementerio donde están enterradas las víctimas de la revolución de febrero. En verano se puede descansar en el césped.
El Palacio de Mármol Situado entre los Campos de Marte y el río Neva se encuentra este fabuloso palacio de finales del
siglo XVIII. Es de estilo neoclásico y fue ordenado construir por
Catalina II de Rusia.
¿Y por qué se le llama Palacio de Mármol? Porque se emplearon hasta
32 tipos diferentes de mármol para decorarlo, desde mármol blanco de los Urales hasta mármol rosa de Karelia (región al Norte de San Petersburgo).
Durante la
etapa soviética fue la sede del
Ministerio de Trabajo, academia de la Cultura Material y, hasta la caída de la URSS en 1990, era la filial local del
Museo Central de Lenin.
Actualmente forma parte del
Museo Estatal Ruso y alberga obras de artistas rusos de los siglos XVIII y XIX.
El Palacio tiene los
mismo horarios que el Museo Estatal Ruso. Abren de
lunes a domingo de 10:00 a 18:00,
excepto los martes que cierran y los
jueves que
abren de 13:00 a 21:00. El precio de las entradas es de
500 rublos los adultos (7,30 euros) y
250 rublos (3,60 euros) si eres
estudiante.
Cerca de la entrada encontrarás una
estatua ecuestre de Alejandro III, el zar que, entre otras cosas, mandó erigir la Iglesia de la Sangre Derramada.
Canal de Invierno y Atlantes. Si dejas el Palacio de Mármol a tu derecha, los Campos de Marte a la espalda y sigues recto por la calle Millionnaya (Миллионная ул.) llegarás a otro puente. Es una de las
salidas al gran
río Neva. Se llama
Canal de Invierno y es por donde salen casi todos los barcos turísticos.
Dirige tu mirada hacia el río Neva y verás una pasarela que conecta las dos partes del edificio que conforma el
Teatro del Hermitage. Cerca de este puente verás una de las entradas al
Nuevo Hermitage. Este edificio fue construido entre
1842 y 1851 especialmente para dar cabida a la enorme colección de obras del museo. El
palacio de Invierno, casi un siglo más antiguo que este, se había quedado pequeño para tanta obra de arte.
Como puedes ver la entrada es espectacular:
atlantes de granito gris soportando el pórtico. Las esculturas son obra de
Alexander Terebenev. Entrada al Nuevo Hermitage. Atlantes.
Museo Hermitage. Desde la entrada del Nuevo Hermitage ya puedes
observar parte del Palacio de Invierno, de estilo barroco y edificio más antiguo de los que conforman el Hermitage. Fue construido entre los años 1754 y 1762 por el arquitecto italiano Bartolomeo Francesco Rastrelli
. En él han vivido los zares de Rusia hasta su caída en la Revolución Rusa de 1917.
Actualmente es
sede del Museo Hermitage. En su interior no solo vas a disfrutar de la suntuosa decoración de sus salones sino también de numerosas
obras de arte europeas: Rubens, Rembrandt, Tiziano, Murillo, Picasso, etc.
Plaza del Palacio. Esta plaza es para San Petersburgo lo que la
Puerta del Sol para Madrid. Centro de
celebraciones, desfiles y conciertos durante todo el año. Podrás ver la
columna de Alejandro I en el centro de la plaza, coronada por un ángel que dicen que se parece a este zar. Fue erigida por el arquitecto
Auguste de Montferrand en 1834 para conmemorar las victorias del ejército ruso contra las tropas de Napoleón.
Tumba del ingeniero español Agustín de Betancourt.
El edificio del Estado Mayor está justo enfrente del Hermitage. Parte de él pertenece al museo. Fue diseñado por el
italiano Carlo Rossi en el primer tercio del siglo XIX. Llama mucho la atención
la cuadriga con la que se conmemoran las
victorias contra Napoleón. Este edificio
forma parte del museo Hermitage. Puente del Palacio. Ahora te recomiendo que vayas
hacia la derecha. Hacia el río Neva. Antes de llegar al
puente del Palacio cruzarás el
jardín del Palacio de Invierno donde podrás descansar si así lo deseas.
Cuando llegues al puente, no lo cruces. Solo
disfruta de las vistas al río Neva y de la orilla contraria. Desde ese lugar
verás una torre con una aguja enorme. Pertenece a la
fortaleza de San Pedro y San Pablo. Justo el lugar donde se fundó la ciudad, el
origen de San Petersburgo. Está incluido en la tercera ruta a pie que te explicaré en el próximo artículo.
Jardines de Aleksandrovskiy y Almirantazgo. Ahora tienes
dos opciones: puedes
seguir por el embarcadero o puedes retroceder y acceder a estos jardines desde la entrada que está cerca de la Plaza del Palacio
. Para mí, los más bonitos de la ciudad. Fueron
inaugurados en 1874. Si decides bordear el Neva por el embarcadero llegarás a la
plaza de los Decembristas.
Si escoges la segunda opción y retrocedes, cuando entres por la parte este de los Jardines,
podrás ver una preciosa fuente cerca de la entrada del
Almirantazgo. Este fue uno de los primeros astilleros de San Petersburgo. En él se construyó parte de la
flota de guerra para luchar
contra los suecos a principios del siglo XVIII, en tiempos de
Pedro I, fundador de la ciudad. Las tres calles más antiguas de la ciudad
parten del Almirantazgo: la avenida Nevski, la calle Gorokhivaia y la avenida Voznesensk. Hasta ese punto Pedro I daba importancia a su flota y a estos astilleros.
Actualmente este edificio alberga el
Alto Mando de la Armada Rusa. En este parque hay muchos memoriales dedicados a destacados científicos, músicos y escritores rusos: desde el poeta ruso
Vasily Andreevich Zhukovsky, maestro de Aleksander Pushkin, hasta
el geógrafo Nikolái Przewalski. Este importante naturalista y viajero descubrió una raza de caballo mongol que lleva su nombre. A los pies de su busto (muy parecido a Stalin, por cierto) verás un camello. Dicen que si tocas su hocico te dará suerte.
Plaza de los Decembristas y Jinete de Bronce. Si continúas de frente llegarás a
la plaza de los Decembristas o del Senado. Mismo punto al que llegarías sí hubieras ido por el Embarcadero del Almirantazgo desde el puente del Palacio.
Se llama así por la sublevación de algunos mandatarios del ejército ruso, en contra del régimen absolutista instaurado en Rusia, en el momento del nombramiento de
Nicolás I como zar en
diciembre de 1825. Finalmente el zar
sofocó la rebelión y los generales fueron castigados con la muerte o recluidos en cárceles o campos de trabajo. En 2019 han estrenado
una película rusa que cuenta
esta historia. La joya de la plaza es el
Jinete de Bronce. Monumento ordenado erigir por Catalina II la Grande en honor de Pedro I.
Foto obligada para todo turista que se precie. En la imagen, a la derecha, verás el edificio que alberga
la Corte Constitucional de Rusia.
Jinete de Bronce (Pedro I) y a la derecha el edificio de la Corte Constitucional.
Catedral de San Isaac. Desde la escultura del Jinete de Bronce, si das la espalda al Neva, puedes ver la majestuosa
cúpula de esta catedral. Uno de los
símbolos de San Petersburgo. Dirígete hacia ella, porque será tu siguiente punto en la ruta.
Fue diseñada por el mismo que hizo la columna de Alejandro I, ¿recuerdas?, sí,
Auguste Montferrand y en el montaje, de nuevo, su amigo, e
l ingeniero español Agustín de Betancourt. Se construyó entre los años 1818 y 1858.
No puedes volver de San Petersburgo
sin haber subido a su cúpula. Desde allí verás una de las
mejores vistas en 360 grados de la ciudad. Al no tener edificios tan altos como en Moscú podrás ver una amplia área sin obstáculos.
La entrada al interior cuesta
350 rublos (5 euros). Pero
si solo quieres ver la columnata y
subir a la cúpula solo tendrás que pagar
150 rublos (2 euros). Si las compras
on-line la entrada a la cúpula y columnata
cuesta 50 rublos más cara (200 rublos – 2,90 euros). En mi opinión, se pueden comprar perfectamente
en taquilla. No suelen haber grandes colas.
Plaza de San Isaac. Terminarás tu recorrido en esta plaza. Podrás
descansar en sus bancos y realizar una
fotos espectaculares de la catedral y su entorno.
La
escultura que se encuentra en el centro es la de
Nicolás I, el zar al que quisieron derrocar los decembristas en 1825 por considerarlo un hombre cerrado y autoritario que impediría progresar al país. El
canal que circula a su espalda es el
Moika. Si cruzas el puente Azul llegarás al
palacio Mariinsky (cuidado,
no es el teatro Mariinsky) donde se ubica la
Asamblea Legislativa de San Petersburgo.
Otro de los edificios históricos de esta plaza es el
hotel Astoria. Tiene
cinco estrellas en lujo y en historia ya que fue
inaugurado antes de la Primera Guerra Mundial y pasó de todo entre sus paredes: desde los encuentros amorosos de
Rasputín con sus amantes hasta la preparación de un banquete por
Hitler para conmemorar la presunta caída de la ciudad a manos de los nazis, cosa que finalmente no sucedió. También sirvió como
hospital. En sus habitaciones se han hospedado
Lenin (que también dió un discurso desde un balcón), el escritor Mikhail Bulgakov, Madonna, Margaret Thatcher, etc.
Puedes
terminar tu ruta en la casa donde vivió el
escritor Dostoievski entre 1847 y 1849. Está situada en la avenida Voznesensky número 8, dejando la catedral de San Isaac a tu izquierda y cerca de otro famoso hotel, el Angleterre.
Verás un memorial sobre la pared de este edificio.
Pues eso es todo, que no es poco. Espero que disfrutes de tu ruta
hacia el pasado de Rusia. Seguro que no te defraudará. Te llevarás unos recuerdos en forma de imágenes que
nunca podrás olvidar.